En un espacio destinado a un proyecto de construcción, hay todo tipo de materiales, áreas especiales, escaleras que llevan de un lado a otro, superficies sin piso, excavaciones profundas, circuitos eléctricos, polvo que se levanta por el aire, materiales inflamables, máquinas gigantes que maniobran toneladas de desechos, entre otros elementos que podrían ser riesgosos para alguien inexperto o poco familiarizado con este tipo de contextos.
Normalmente, los trabajadores de la construcción que llevan muchos años en el sector no se sienten intimidados por ninguno de los escenarios descritos en el párrafo anterior. Ya están acostumbrados a ellos. Es normal moverse entre una serie de objetos afilados y máquinas que generan combustión. No es ninguna novedad para quienes saben cómo se trabaja para levantar un rascacielos o un edificio nuevo en ciudades enormes como Nueva York.
Obreros de la construcción experimentados montan y desmontan estructuras, hacen agujeros en las paredes en cuestión de segundos, quitan y ponen ventanas, eliminan eficazmente desmontes, trepan por paredes, cortan superficies y se elevan sobre grúas para colocar pernos en los lugares más impasibles y altos. De hecho, hay que estar en buena forma física para trabajar en este campo. Incluso podría considerarse una especie de gimnasio al aire libre, donde siempre hay algo que cargar, un peso que soportar o algo que resolver.
Sin embargo, hay algo especial en las caídas en este tipo de lugares, que pueden ocurrir incluso al trabajador más experimentado. Hace unas semanas vino a nuestra oficina de la 535 5th Ave Suite 910 de Nueva York un hombre que dijo que llevaba 15 años trabajando en varios proyectos de construcción, y que se había caído unas 10 veces desde que empezó.
La última de las caídas había sido la más complicada, y no había sido enteramente responsabilidad suya. Porque, por una orden un tanto negligente, se decidió llevar a cabo las actividades en un día en que la superficie estaba cubierta de nieve. El hombre estaba a punto de terminar sus actividades, cuando ya había anochecido, y se dirigió a un almacén para dejar el taladro que había estado utilizando para cortar madera, cuando resbaló bruscamente tras engancharse las botas en un bloque de hielo que se había formado a la entrada del almacén.
Tras caer al suelo sintió que no podía moverse y permaneció inconsciente durante casi 20 minutos, cuando recuperó el sentido y pudo llamar a emergencias para que acudieran en su ayuda. Ahora, con respecto a este caso, estamos determinando con nuestros profesionales la mejor estrategia legal para determinar las responsabilidades legales, además de una investigación exhaustiva de por qué se autorizaron las operaciones ese día si las condiciones climatológicas no salvaguardaban la integridad de ninguno de los trabajadores del proyecto.
Esta es una cuestión que aún no se ha resuelto, aunque podría interpretarse como una omisión que derivó en un acto negligente. El trabajador se recupera de los hechos, aunque presentó una lesión en el área de la cabeza, que es sumamente delicada, y requiere de varias semanas de evaluación para determinar si esto podría generar alguna secuela a largo plazo, o incluso si requiere de alguna intervención quirúrgica, lo que hace aún más delicado el cuadro clínico, e implicaría una indemnización acorde al dinero y tiempo invertido durante todo el proceso.
Este tipo de historias no son fáciles de asimilar. Porque significan que no hay mucho más que hacer en prevención, puesto que los hechos ya se han producido y el daño ya ha sido causado. Sin embargo, nuestros 30 años de experiencia tratando casos que muchas veces son situaciones límite, incluso con riesgo de vida, o con secuelas para toda la vida, nos han ayudado a entender qué enfoque y actitud hay que tener para superar estos deslices y encontrar el sentido útil y positivo a una eventualidad de este tipo.
Usted se preguntará: ¿Qué tiene de positivo golpearse la cabeza tras resbalar sobre un bloque de hielo en el interior de una obra? ¿Es como esos extraños casos de personas que se golpean la cabeza y desarrollan alguna habilidad extraordinaria? Qué estupendo sería que todos desarrolláramos una habilidad extraordinaria como resultado de golpes como éstos. Pero no es así. Lo positivo para nosotros es la resiliencia que desarrollan las personas tras enfrentarse a estos acontecimientos.
Un aprendizaje positivo de una situación dura. Volver a empezar y darle la vuelta a la vida. Muchos de los afectados aprenden a ver la vida de otra manera. Desarrollan habilidades como la paciencia, se cuestionan si deben seguir trabajando en ese campo y se plantean dar un giro a sus vidas. Además, el tiempo en casa recuperándose es a veces también una oportunidad para estar más cerca de su familia o aprovechar el espacio para aprender una habilidad a distancia.
Si empezamos a buscar esas pequeñas posibilidades positivas que se abren tras un acontecimiento negativo, seguro que encontraremos varias. En nuestra empresa, hemos sido testigos de cambios positivos como resultado de acontecimientos difíciles de procesar. Aunque no será fácil, deberás contar con el apoyo emocional para superarlo.
Con nuestro despacho de tu lado, tendrás el apoyo necesario para cruzar el puente, dejar atrás los hechos ocurridos y encontrar un nuevo horizonte para tus días. También encontrarás el asesoramiento legal necesario para obtener la indemnización que mereces. Tus derechos serán reconocidos. Contacta con nosotros si consideras que te identificas con algunas de las características descritas sobre este tipo de sucesos.
Agendaremos una evaluación gratuita para tu caso, y con gusto recibiremos todas tus preguntas. Acompáñanos a conocer un poco más sobre los accidentes por caídas en obras de construcción.
Causas comunes de accidentes por caídas en obras de construcción
En el ejemplo que pusimos, sobre el cliente que nos visitó hace 3 semanas en nuestras oficinas en Nueva York, se trató de una caída debido a que el suelo estaba congelado por las bajas temperaturas cuando ocurrió el hecho. Esta persona sufrió este accidente el invierno pasado, pero decidió no ponerse en contacto con un abogado hasta meses después.
Normalmente, no recomendamos dejar pasar tanto tiempo, aunque cuando el caso reúne ciertas características, lo importante no es tanto el tiempo como los hechos fácticos que puedan demostrar que se ha sufrido algún tipo de negligencia.
Sin embargo, las caídas por superficies heladas no son las únicas causas. Las causas en sí pueden ser de diversa índole. Desde un trabajador que no descansó bien la noche anterior hasta una tormenta eléctrica, o el consumo de un medicamento recetado en exceso o por error.
Las causas más comunes que hemos podido agrupar en base a nuestra experiencia en los últimos años son las siguientes:
- Bordes desprotegidos: En la construcción, es fundamental contar con barandillas o barreras de protección en los bordes abiertos para evitar caídas accidentales. No instalar estas medidas de seguridad puede provocar accidentes trágicos.
- Montaje inadecuado de andamios: Los andamios deben montarse correctamente para garantizar la estabilidad y la seguridad de los trabajadores. Un montaje inadecuado o una estructura inestable pueden provocar caídas de altura.
- Falta de equipo de protección contra caídas: Los equipos de protección contra caídas, como arneses, cuerdas de seguridad y líneas de vida, son cruciales cuando se trabaja en altura. No proporcionar o utilizar este equipo aumenta el riesgo de caídas.
- Superficies resbaladizas o mojadas: Las condiciones meteorológicas, como la lluvia o la nieve, pueden hacer que las superficies resbalen. Además, los materiales derramados pueden crear peligros, especialmente cuando se trabaja en plataformas elevadas.
- Escaleras inseguras: Las escaleras deben colocarse de forma segura y utilizarse con precaución. Una escalera sin asegurar puede volcarse fácilmente, provocando la caída de los trabajadores.
- Acumulación de escombros y materiales: Las obras de construcción suelen estar abarrotadas de herramientas, equipos y escombros. Si no se mantiene un espacio de trabajo organizado, pueden producirse tropiezos.
- Formación inadecuada: La formación adecuada sobre medidas de prevención de caídas y prácticas de trabajo seguras es esencial. Los trabajadores que no reciben una formación adecuada pueden adoptar comportamientos de riesgo sin saberlo.
- Limpieza deficiente: Un espacio de trabajo limpio y organizado es esencial para minimizar los riesgos de tropiezo. Descuidar las tareas de limpieza puede provocar accidentes.
- Estructuras inestables: Cualquier inestabilidad estructural en plataformas, pasarelas o andamios plantea peligros importantes. Las inspecciones y el mantenimiento periódicos son fundamentales.
- Claraboyas sin protección: Las claraboyas abiertas o sin protección pueden ser engañosas y peligrosas. Los trabajadores que caminen cerca deben ser conscientes de estos peligros potenciales.
- No utilizar redes de seguridad: Las redes de seguridad pueden atrapar a los trabajadores que se caen y evitar lesiones graves. La omisión de redes de seguridad aumenta el riesgo de daños.
- Zonas peligrosas sin señalizar: Las señales de advertencia y las marcas son cruciales para indicar las zonas peligrosas. Los trabajadores deben ser conscientes de los peligros potenciales en las inmediaciones.
- Plataformas sobrecargadas: Las plataformas elevadas o los andamios tienen límites de peso que no deben superarse. La sobrecarga puede provocar fallos estructurales y caídas.
- Prácticas laborales inseguras: Ignorar los procedimientos de seguridad y utilizar las herramientas de forma inadecuada puede provocar accidentes. Siempre deben seguirse prácticas de trabajo seguras.
- Falta de evaluación del riesgo de caídas: Es esencial realizar una evaluación exhaustiva del riesgo de caídas antes de empezar a trabajar en altura. Esta evaluación ayuda a identificar y mitigar los posibles riesgos de caída.
Estas explicaciones detalladas proporcionan una comprensión exhaustiva de los diversos factores que contribuyen a los accidentes por caídas en las obras de construcción, haciendo hincapié en la necesidad de protocolos de seguridad exhaustivos y formación continua.
Tipos de lesiones por caídas en obras de construcción
¿Se imagina caerse desde una gran altura mientras trabaja en uno de estos proyectos? ¿Qué cree que podría generarse a partir de una situación tan extrema? Lo más probable es que una gran caída acabe en la puerta de la persona que la sufre. Sin embargo, en ocasiones hemos recibido casos de personas que vivieron para contarlo, aunque no completamente ilesas, muchas de ellas con lesiones y fracturas difíciles de manejar.
Son pocos los que han salido ilesos de este tipo de caídas. Aunque no todas son caídas desde grandes alturas, como vimos en el caso de los resbalones en suelo helado, donde pueden ser tropiezos que se producen en cuestión de segundos.
Las lesiones que acompañan a estos accidentes ocupan largas listas en los hospitales. A veces son un paquete de lesiones las que se producen. Otras, lesiones específicas. Ser abogado en el ámbito de los accidentes obliga a un constante intercambio de información con los profesionales del sector médico. De esta forma nos mantenemos actualizados sobre las condiciones clínicas, las posibles indemnizaciones que merece cada lesión y las alternativas de tratamiento que pueden plantearse nuestros clientes.
Revisando nuestros expedientes, hemos identificado las siguientes lesiones más comunes derivadas de estos eventos accidentales:
- Lesiones en la cabeza: Las caídas pueden provocar lesiones en la cabeza, incluyendo conmociones cerebrales, fracturas de cráneo o lesiones cerebrales traumáticas (TBI).
- Lesiones medulares: Las caídas de altura pueden provocar lesiones en la médula espinal, con parálisis u otras discapacidades a largo plazo.
- Fracturas óseas: Las caídas suelen provocar fracturas de huesos, como brazos, piernas, caderas o muñecas.
- Lesiones de espalda: Las caídas pueden causar lesiones graves en la espalda, como hernias discales o fracturas vertebrales.
- Lesiones de cuello: El impacto de una caída puede provocar lesiones en el cuello, afectando a la columna cervical.
- Lesiones internas: Las caídas pueden causar lesiones internas, como daños en órganos o hemorragias internas.
- Lesiones de tejidos blandos: Los esguinces, las distensiones y las contusiones son lesiones comunes de los tejidos blandos debidas a caídas.
- Abrasiones: Las abrasiones, cortes y rasguños en la piel son frecuentes cuando los trabajadores caen sobre superficies rugosas.
- Moretones: Las lesiones por impacto suelen producir hematomas, que indican daños en los tejidos subyacentes.
- Luxaciones: Las caídas pueden provocar dislocaciones de articulaciones, como hombros o caderas.
- Amputaciones: Las caídas graves pueden provocar amputaciones de miembros, que requieren atención médica inmediata.
- Lesiones por aplastamiento: Los trabajadores pueden quedar atrapados o inmovilizados en la caída, provocando lesiones por aplastamiento.
- Laceraciones: Los objetos afilados o los escombros de la obra pueden provocar laceraciones profundas.
- Esguinces de tobillo: Las caídas pueden provocar esguinces de tobillo, que pueden tardar en curarse.
- Conmociones cerebrales: Los traumatismos craneoencefálicos pueden provocar conmociones cerebrales, que pueden tener efectos duraderos en la función cognitiva.
- Heridas punzantes: Los trabajadores pueden caer sobre objetos que perforan la piel, provocando heridas punzantes.
- Daños nerviosos: Las caídas pueden dañar los nervios, provocando entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad.
- Lesiones faciales: Las lesiones faciales, incluidas las fracturas, son frecuentes cuando los trabajadores sufren caídas.
- Trauma psicológico: Más allá de las lesiones físicas, las caídas pueden causar traumas psicológicos y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Muertes: En casos severos, las caídas pueden resultar en fatalidades, dejando a las familias devastadas.
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No camine solo por terrenos complejos, como el campo legal. Nuestra empresa agilizará su proceso. Sin embargo, recuerde que nunca está completamente solo, siempre está siendo guiado por algo más grande. Esto es lo que dice la poesía del Salmo 23: Aunque camine por el valle más oscuro. No temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.